Juzbado,
Libro Abierto

2025


El curso de verano del Centro de Estudios Ibéricos y la USAL visita la localidad de Juzbado. Medio centenar de alumnos procedentes de Portugal, Brasil, Mozambique o Angola viajaron desde la localidad portuguesa de Guarda, en la que se celebraron los días previos las jornadas más teóricas y en dónde tiene sede el CEI, hasta Salamanca para conocer de cerca las iniciativas culturales que desempeña el municipio de Juzbado en torno a la gestión y conservación del patrimonio cultural.

La jornada de trabajo se desarrolló primero en el salón de actos en el que se compartieron las experiencias en torno al trabajo municipal para conservar el caserío o los elementos tradicionales pero también, las iniciativas desde lo público dirigidas a mitigar el cambio climático y mejorar la resiliencia de los ecosistemas urbanos en el mundo rural. Existen buenos ejemplos como son el arbolado, la utilización de materiales locales o la regulación mediante ordenanzas. Fernando Rubio, alcalde de Juzbado, felicitó al CEI y a los profesores presentes de la USAL por mostrar interés en los esfuerzos que pequeños municipios de Castilla y León ponen en marcha para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Destacó la cultural como una herramienta para generar expectativas a todos los niveles, sin olvidar la gestión eficiente de los servicios básicos y de calidad. Así mismo, Mª Isabel Martín Jiménez, directora del curso de verano que este año cumple 25 años, invitó a los participantes a tomar nota de lo mucho que se puede hacer desde los pequeños núcleos a uno y otro lado de la frontera hispano lusa. A continuación, el catedrático jubilado Valentín Cabero, presentó algunos ejemplos de conservación del patrimonio material e inmaterial en el ámbito rural de Castilla y León y resumió algunas de las múltiples iniciativas que viene desarrollando Juzbado en los últimos años.
Las altas temperaturas no impidieron visitar el Museo de la Falla de Juzbado y los miradores de la Peña del Castillo, así como algunas de las propuestas de calles floridas que en este momento decoran el municipio. Los participantes mostraron interés por los paisajes tormesinos, el contexto fluvial del Tormes o los entresijos de las iniciativas locales de Juzbado. Tras visitar el Centro Botánico, alguno de los murales y las placas poéticas, la visita finalizó con unos tentempiés y un café servido en las piscinas de Juzbado.

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